Una decepción controlada
De todo el contenido del libro “On the road” de Jack Kerouac,
me quedo con una sola –jodida diría él- frase. Y no por elegir entre otras
joyas. La obra no me gustó casi nada. Creí que yo también podría pasármelo bien
en una autopista estadounidense, como tantos norteamericanos parece que
acuerdan. Expectativas, tremendas enemigas de los libros.
La frase resume la esencia del libro, te da ganas de leerlo –aunque
sigo sin recomendarlo- y salva los muebles al autor, pues te das cuenta que
Kerouac sabe ir más allá, aunque no lo frecuenta.
“-¿Qué chicos, vais a algún sitio o simplemente vais? –no entendimos
la pregunta, y eso que era jodídamente buena-"
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